Una de las grandes preocupaciones que tenemos todos los defensores de los caminos públicos es si nuestro esfuerzo está sirviendo para algo, si realmente nuestro trabajo se ve de alguna forma compensado con avances en la defensa de los caminos públicos.
Debo contestar categóricamente que sí, que claro que estamos consiguiendo avances importantes en esa defensa. La consolidación de la PICP, pese a todo lo que falta por hacer, es ya un importante logro. Pero incluso por encima de nuestro puntual trajinar otros se están incorporando a la tarea.
LOS CAMINOS PÚBLICOS EN EL 2017 Y LA PICP.
No tenemos los datos disponibles pero es una realidad cotidiana, la aparición de nuevos colectivos y ciudadanos aislados que se acercan a la PICP y a sus organizaciones pidiendo asesoramiento sobre cómo recuperar el dominio público sobre un camino cortado. Es una realidad creciente para la que debemos prepararnos si queremos alcanzar la representatividad que la defensa caminera requiere. Tenemos que especializar a algún compañero en seguir estos procesos y asesorar en la medida que podamos. Aportar experiencia y protocolos de actuación, formularios de denuncia, etc, es algo que ya está a nuestro alcance.
Aunque en el caso andaluz abundan otras experiencias, más caciquiles y “tradicionales” de señoritos trasnochados y poderosos advenedizos, en otras zonas como levante, Cataluña o Madrid, los incipientes renovados procesos urbanizadores afloran la importancia de los caminos públicos para dificultar urbanizaciones masivas. La vinculación defensa de caminos con defensa del medio y valores tradicionales locales es muy frecuente. La PICP bien haremos en abrirnos y atender estas demandas procedentes del norte de Despeñaperros porque por ahí viene el futuro y las posibilidades de consolidarse a nivel del resto del Estado.
En estos casos es frecuente la combinación de lucha social contra el proceso urbanizador, con la defensa formal de los caminos públicos y en ocasiones incluso con la batalla contra la complicidad del ayuntamiento de turno. También ahí la PICP debería plantearse el prestar todo su apoyo a las movilizaciones sociales que impliquen defensa del patrimonio público caminero y su entorno. El papel de asesoramiento legal y procedimental a seguir, con los pasos sucesivos a dar, puede ser muy útil para los compañeros.
Tenemos pendiente el abordar acciones legales contra aquellos ayuntamientos que ignoren su obligación legal de recuperar el dominio público de sus caminos. Pero no tengamos la menor duda de que un poco antes o después habrá que ejercer alguna acción legal ejemplarizante.
Mientras tanto el interés social se sigue despertando. Hay que reconocer que los ciclistas, a los que tanto nos une y también separa, están ayudando eficazmente a ese despertar. Denuncian caminos cortados y piden ayuda, aunque casi siempre delegan en otros las acciones concretas. No se pueden poner puertas al campo y la eficacia aconseja abrir vías de comunicación con los clubs de ciclismo. La experiencia con las federaciones de montaña así lo confirma. Tenemos que lanzar campañas informativas y de concienciación, con el apoyo de la Administración, para que los ciclistas vayan asumiendo y consensuando un mínimo de normas de comportamiento en el monte y especialmente en los espacios protegidos. Debemos exigir a los gestores de esos espacios que programen acciones concretas para lograr esa educación para que todos compartamos los caminos y respetemos su entorno y, en su caso, requerir la toma de medidas coercitivas como multas, contra los más recalcitrantes.
Por ultimo insistir en una vieja reivindicación de la Sociedad Caminera. Nuestro objetivo no deben ser solamente los caminos. Sin su entorno, sin los valores naturales que jalonan nuestros viejos caminos, sin el paisaje de montes y llanos, de valles y riscos poco futuro van a tener los viejos caminos de tierra. Tenemos la obligación de desarrollar una labor educativa y divulgativa, explicar las especies que rodean al camino, sus valores naturales y características, tenemos que explicar la importancia de los corredores ecológicos y hacer una labor didáctica para que nuestros senderistas se conviertan también en camineros, ¿y por qué no decirlo?, en ecologistas, en defensores del medio natural de nuestros campos y montes. La alianza y cooperación con las organizaciones ecologistas posicionadas en el territorio, debe ser estratégica porque compartimos fines y métodos. Recibiremos críticas pero ganaremos coherencia y eficacia con las sinergias que se generan.
LAS VIAS PECUARIAS.
También las VP están cada vez más presentes en los medios y la realidad cotidiana de centenares de pueblos. Así, en diciembre, el PSOE de CyL registraba una PNL en la que instaba a remitir a las Cortes el proyecto de Ley de Vías Pecuarias de Castilla y León. En Alcorcon Ecologistas en Acción de Villaviciosa de Odón y del Suroeste de Madrid organizan una plantación popular para lograr el reconocimiento del Corredor Ecológico de los Arroyos y Retamares del Suroeste de Madrid, proyecto de más de 200 kms de los que unas 60 ha. corresponden a vías pecuarias. En la misma zona se ha iniciado el proceso de deslinde de las vías pecuarias en el término municipal de Villaviciosa de Odón. En Sevilla el recorrido circular Sierra Norte-La Vega, de 240 kms de caminos y vías pecuarias ha sido acondicionado con fondos del Programa de Fomento de Empleo Agrario (PFEA), etc. El listado puede ser interminable.
El Libro Blanco de la Trashumancia, elaborado por el Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente en el año 2013 analiza los problemas de la trashumancia y las VP. Reconoce el retroceso de la actividad pero también el alto valor patrimonial y estratégico de las vías pecuarias con sus valores ecológicos como corredores de biodiversidad y generadores de hábitats propios de primer orden y con sus valores histórico-culturales, únicos en Europa. También debe ser un objetivo de la PICP su defensa y recuperación como dominio público de todos.
La defensa de lo público en el territorio pasa pues, también por las VP. Esa inmensa red de cañadas, cordeles y coladas. A nivel nacional hay reconocidos y clasificados 125.000 kms que surcan toda España que se extienden por unas 450.000 hectáreas en el conjunto del territorio nacional. Un inmenso patrimonio que la PICP no podemos ignorar y al que en ocasiones no prestamos la suficiente atención.
La Junta de Andalucía, con la que habrá que seguir bregando, destino 160.000 € para la mejora de las vías pecuarias del Parque Natural Sierra Mágina.
Mientras tanto se ha celebrado la V Marcha Ganadera Vías Pecuarias convocada por Ecologistas en Acción de La Carrahila y Caramucel reivindicando las VP de Abaran y el valle de Ricote. 150 personas dieron testimonio de su compromiso con las vías pecuarias como patrimonio de todos. Pero también los propios ganaderos trashumantes siguen con su quehacer diario. Diego, trashumante abulense se trasladó en noviembre con 300 vacas hasta tierras extremeñas en busca de mayor abundancia de pastos. Desde Teruel siguió por parecidas fechas el deambular trashumante de los rebaños que buscan pasar el invierno en las dehesas de Jaén.
Como ellos los pastores trashumantes tienen que enfrentar problemas burocráticos. Es necesario pasar los saneamientos de la cabaña ganadera, obtener las guías y documentos de los animales para poderlos trasladar de un lugar a otro cumpliendo con los diferentes baremos de cada administración autonómica. Los controles veterinarios de la Comunidad de Madrid son diferentes (y peores) que los de Castilla León, por ejemplo. Todo es burocracia, muchas veces ineficaz.
EL CASO DE LA SIERRA DE GUADARRAMA.
Desde hace años Camineros venimos dando vueltas a cómo recuperar el paso de los rebaños trashumantes por nuestros pueblos. Hemos ido evolucionando desde la visión romántica del paso de las ovejas con sus cencerros y pastores a la construcción de un proyecto que viabilice los rebaños trashumantes en la sociedad del XXI.
Creemos que es posible dar la batalla por recuperar y hacer viable económicamente esta tradición trashumante y la cultura popular que encierra. Hoy hay utilidades potenciales que hay que poner en valor. No se trata solo de mantener las VP, o de educar a los chavales en su reconocimiento. La defensa del medio ambiente, la conservación de los corredores ecológicos que son las VP pueden completarse hay con los rebaños bomberos, las queserías artesanales y la recuperación de la lana para prendas de alta calidad. Son otros tantos retos posibles de enfrentar.
Para ello hemos elaborado un proyecto que pretendemos financiar a través de la Unión Europea para conseguir fondos para el proyecto. Hemos logrado aglutinar a doce municipios serranos, de muy distinto signo, que suman voluntades a los convenios de colaboración que tenemos firmados con la Universidad Autónoma y la Universidad Politécnica de Madrid. Contamos así con voluntades políticas y con medios técnico profesionales para presentar el proyecto a la financiación de la UE.
Nuestra experiencia en la Sierra de Guadarrama es que este invierno hemos conseguido, por primera vez en decenios, que haya un rebaño trashumante de 1.000 merinas, pasando el invierno en la sierra. Ya lo estamos programando para ir recorriendo pueblos, dando charlas por colegios e institutos y realizando demostraciones de trabajo de perros pastores. Los mastines como ejemplares de excepción y los colis trabajando en el acarreo y encierre del rebaño es un espectáculo que atrae a todo el mundo. Así pretendemos recuperar la trashumancia en la sierra, ganándonos la simpatía popular y atrayendo turistas, mientras en paralelo vamos convenciendo a los ayuntamientos de la utilidad de mantener rebaños de ovejas y cabras, que limpien el monte, eviten riesgos de incendios en verano y ahorren costes. Son los rebaños bomberos que pretendemos implantar en nuestros municipios serranos.
En paralelo contamos con emprendedores dispuestos a comprar toda la producción de leche de para la elaboración de quesos en unos modelos standard de queserías artesanales que saldrán al mercado, junto con otros productos artesanales de calidad, con la misma denominación de origen de la Sierra de Guadarrama.
Por último estados diseñando un proyecto de elaboración de productos de lana de alta calidad con lana merina y lino tradicional, con tintes naturales de tonalidades únicas, capaces de competir en calidad y precio con la mejor producción industrial. Para ello contamos con compañeras tejedoras, actualmente en paro, con maquinaria y nave industrial cerrada y con asesoramiento especializado. Todo un reto pero que puede generar empleo y actividad económica alrededor de oficios tradicionales.
Por eso recuperar la trashumancia, es mucho más que el paso de rebaños y cencerros. Es una nueva oportunidad de apostar por un modelo de desarrollo realmente sostenible, basado en nuestras tradiciones y conocimientos ancestrales.
Los próximos meses dirán si conseguimos el financiamiento necesario y si somos capaces de aglutinar voluntades en un proyecto integral, como debe ser casi todo lo que pretenda el éxito que recupere oficios y tradiciones locales, sea un elemento de atracción turística, eduque a nuestros jóvenes, genere actividad económica y ese empleo que tanto nos urge.