Una mesa redonda en la UMU llama la atención sobre el abandono de estos corredores de comunicación ganaderos, que tienen un gran potencial para el desarrollo rural
Casi todo el mundo sabe, más o menos, qué es una vía pecuaria, pero la cosa cambia cuando entramos en el detalle. ¿Están protegidos estos corredores tradicionales de comunicación? ¿Se siguen utilizando? ¿En qué estado se encuentran? ¿Cuántas hay en la Región de Murcia, dónde están y en qué condiciones?
Fuente: lospiesenlatierra.laverdad / MIGUEL ÁNGEL RUIZ @maruizlv 
Por eso fue tan pertinente la mesa redonda organizada la semana pasada (martes 14) en el campus de La Merced por el Aula de Fórum (Servicio de Cultura de la Universidad de Murcia), a propuesta del Grupo de Investigación de Sanidad de Rumiantes de la UMU. Comparto aquí las conclusiones de la jornada, redactadas por el profesor Antonio Contreras de Vera, promotor de la actividad y catedrático del Departamento de Sanidad Animal (no pude asistir, y bien que lo sentí).
Participantes:
Cristina Guirao Mirón. Moderadora. Coordinadora del área de debate, pensamiento y sociedad. Universidad de Murcia.
Antonio Contreras de Vera. Departamento de Sanidad Animal. Universidad de Murcia.
Héctor Quijada Guillamón. Asociación Caramucel, Naturaleza e Historia. Abarán.
Francisco López Baeza. Plataforma la Costera Sur también es Murcia.
Juan de Dios Cabezas Cerezo. Subdirector General de Política Forestal. Comunidad Autónoma.
José Luis Díaz Manzanera. Fiscal de Medio Ambiente. Murcia.
Conclusiones:
1. La Región de Murcia cuenta con 2.750 kilómetros de vías pecuarias (VP). Este patrimonio pertenece al dominio público, está legalmente protegido, considerado “inembargable, inalienable e impresciptible” (Ley 3/1995 de Vías Pecuarias) y es competencia de la Comunidad Autónoma, que debe garantizar su conservación. A pesar de este amparo legal, en Murcia solo se han deslindado 10 km de las VP clasificadas (0,36%), lo que contrasta con otras comunidades autónomas como Andalucía, donde se han deslindado 8.879 km de VP (26% del total). Asimismo, en Murcia aún quedan diez municipios cuyas VP están pendientes de clasificar.
2. Algunas infracciones contra las vías pecuarias, como usurpaciones o daños, tienen trascendencia penal, al atentar contra el dominio público. Sin embargo, la falta de deslindes impide su adecuada protección, por lo que urge un programa de clasificación (en su caso) y deslindes en las VP de Murcia. En ese sentido, la Comunidad Autónoma ha presentado en 2016 una propuesta de acciones prioritarias en la red de VP para 2016-2020. En ella se diseñan y planifican actuaciones para los próximos cuatro años, con una inversión aproximada a 1,4 millones de euros del Programa de Desarrollo Rural. Este anuncio supone un nuevo planteamiento y contrasta con posiciones del pasado. Así, se hizo constar que Murcia fue la única comunidad que renunció a utilizar los recursos aportados por el Ministerio de Agricultura para la protección de las vías pecuarias.
3. Entre la red de vías pecuarias de Murcia destaca la conocida como Vereda Real, que conecta con la Cañada Real Conquense y fue utilizada por los trashumantes que, desde la Sierra de Albarracín (Teruel), invernaban en Murcia. Esta vía, que finaliza en las Casas del Portazgo del Puerto de la Cadena (Cordel de los Valencianos), parece estar sometida a agresiones, no solo por particulares sino también por las administraciones, como ha manifestado recientemente la asociación MurciaenBici.
4. La gran intensificación de la ganadería en Murcia ha determinado el abandono de la mayor parte las VP, si bien se mantienen unas 1.000 explotaciones de ovino segureño (400.000 cabezas), que pueden beneficiarse de estas infraestructuras dada la creciente demanda por parte de los consumidores de productos de calidad obtenidos con recursos sostenibles (pastizales) y respetuosos con el medioambiente. Los ganaderos que aún utilizan estas infraestructuras se ven afectados por la destrucción de las mismas o su invasión por parte de la agricultura intensiva, lo que aumenta la tendencia al abandono de este sector ganadero. Por otra parte, además de la prioridad del uso ganadero, la ley establece otros usos alternativos de las VP (turísticos, recreativos y deportivos) lo que revaloriza su contribución al desarrollo rural.
5. La adecuada protección y conservación de la red de vías pecuarias permitiría la conexión, como corredores ecológicos, de zonas de interés medioambiental de la Región. Especialmente interesante podrían ser los proyectos de repoblaciones con arbolado autóctono en los tramos de VP protegidos, o la adecuada recuperación de abrevaderos, compatibilizando su uso ganadero con el de otras especies entre las que destacarían, por su gran valor ecológico, los anfibios.
6. La ciudadanía juega un papel clave en la defensa de este patrimonio, como lo demuestran las iniciativas tendentes al conocimiento de las vías pecuarias y de su potencial económico, medioambiental, patrimonial y cultural. Además, las movilizaciones ciudadanas han mostrado ser un eficaz motor de protección de las VP, aunque son procesos a largo plazo. Entre las asociaciones que han destacado en la defensa de las VP en Murcia hay que reconocer el papel desempeñado por Ecologistas en Acción y las asociaciones vecinales integradas en la plataforma La costera Sur también es Murcia. En la actualidad se organizan actividades y marchas ganaderas por vías pecuarias, con carácter anual, en Abarán y en la Azohía, lo que favorece el conocimiento las mismas. Dado el previsible aumento de actividades similares (fiestas de la trashumancia), se recuerda la necesidad de garantizar la salud pública. Así, aunque en la actualidad la prevalencia de brucelosis es muy baja, existen otros riesgos zoonósicos, como la fiebre Q, que deben tenerse en cuenta garantizando la inocuidad de los pequeños rumiantes utilizados y evitando, tanto los periodos de mayor eliminación de patógenos (épocas de paridera), como el contacto de los rebaños con niños, por su mayor suceptibilidad.
7. En el debate se recordó que la Universidad de Murcia ha ocupado espacios en VP, y que debería dar ejemplo proponiendo el deslinde y protección de los terrenos pertenecientes al dominio público que, en su caso, hubieran sido ocupados.