ELABORÓ EL MAPA DEL MACIZO DE GREDOS Y PARTICIPÓ EN RESCATES CON LA UNIDAD ALPINA

Como “la gran memoria de Gredos” puede definirse a Aurelio Delgado, que ha fallecido con 90 años tras una vida de amor y defensa a la montaña, y conocedor al dedillo de la Sierra de Gredos.

Fuente: Avilared

Aurelio Delgado"Desde Unamuno a nuestros días, cientos de viajeros le deben a Aurelio el conocimiento de Gredos. Él ha hecho caminos, dado nombre a plantas y a gargantas, rocas, cuevas, riscos; él es la gran memoria de Gredos”, dijo de él el geógrafo Eduardo Martínez de Pisón.

De hecho, en botánica se reconoce una de las plantas que él descubrió en la Sierra de Gredos: la Vitaliana primuliflora, subespecie aureli.

Andrés Sorel definió a Delgado como un hombre “inteligente, sabio, tenaz y bueno, de la estirpe machadiana”. Y es que según este escritor, “Gredos ha sido la casa por la que Aurelio ha caminado día tras día y año tras año para conocerla, para enseñarla a los demás. Y también para defenderla”. Los veteranos aficionados a la montaña recordarán las intenciones de crear una estación de esquí en Gredos en los años setenta. Estuvo al frente de los colectivos que rechazaron aquel proyecto: “nos dejan sin Gredos”, alertó entonces. Lo definió como “una locura” y agradeció la movilización “de toda España” contra aquel proyecto.

Autodidacta, Delgado tiró al monte desde joven, cuando escapaba “en un camión de una fábrica de harinas, sobre el salvado y tan mullido”, y contactó con el mítico escalador madrileño Teógenes Díaz, en una época en que pocos se adentraban en las cresterías de la sierra.

Según contaba, con los coches, luego fue más fácil acercarse a Gredos. Fue cuando empezó a tomar datos de caminos, fuentes, picos, gargantas y arroyos gracias a cabreros, pastores, guardas de la reserva de caza y vecinos. De aquel trabajo surgió el Mapa del Macizo Principal de Gredos, publicado en 1975 y reeditado en 1992, ampliado al incluir al macizo occidental con una recopilada toponimia.

 En torno a una veintena de montañeros surgió en 1971 el Grupo Almanzor, entre ellos Delgado, con el mérito de tener mucha ilusión y pocos medios.

También, antes de la existencia de los especialistas en montaña de la Guardia Civil, participó en los rescates de Gredos al frente de la Unidad Alpina de la Cruz Roja, a la vez que fue responsable provincial de la Federación de Montañismo.

“No admito mi muerte montañera, nadie sabe la tristeza que me produce el ver como la montaña se aleja de mí”, dijo cuando tenía 77 años. Sorel le respondió: “la montaña nunca puede alejarse de él. Él vivirá siempre en Gredos, y en quien a Gredos se acerque con la mirada limpia y el pensamiento no contaminado por intereses bastardos”.

En una charla hace años con Aurelio Delgado y Alberto Muñoz, su gran amigo y compañero, con el que recuperó el trazado de Carlos V por Gredos en su último viaje al Monasterio de Yuste, ambos recordaban que nada se les ponía por medio.

-Alberto: “Llegábamos a un sitio de Gredos, veíamos el panorama y decíamos ¿por qué no nos acercamos hasta allí?” -Aurelio: “Acercarse eran tres o cuatro horas”. -Alberto: “Veíamos otro panorama, y ya que estamos aquí, ¿por qué no nos acercamos a es otro sitio que veíamos?” -Aurelio: “¿Te acuerdas del paso malo, que llamaban los de Navalonguilla?, siempre nos preguntábamos cómo sería el paso malo…, cuando fuimos ya supimos porque lo llamaban así, y es que cuando la gente de la Sierra lo daba ese nombre…”.

Aurelio Delgado recibirá sepultura en Ávila tras el funeral que se celebrará el jueves en la Parroquia de la Sagrada Familia (12 horas)